Seguro has escuchado mucho sobre la miopía y la hipermetropía, sin embargo, dentro del mundo de las enfermedades visuales existe una muy poco conocida que ha ido creciendo en los últimos años, la ambliopía, enfermedad conocida también como el ojo perezoso, por lo general solo se presenta en un ojo el cual tiene una percepción deficiente de la visión y la persona depende en su totalidad del ojo sano.
¿Cuáles son las causas de la ambliopía?
La principal causa de la ambliopía se debe al desarrollo de una experiencia visual anormal durante la infancia que cambia las vías nerviosas entre la retina en la parte posterior del ojo y el cerebro. Lo que ocasiona que uno de los ojos se vuelva débil y no pueda tener la misma calidad visual que el otro. Eventualmente, la capacidad de los ojos para trabajar juntos disminuye, y el cerebro suprime o ignora la entrada del ojo más débil.
Otras de las causas más comunes de la ambliopía son:
- Desequilibrio en los músculos que posicionan los ojos. Este desequilibrio ocasiona que los ojos se crucen o se vuelvan hacia adentro o hacia afuera.
- Diferente agudeza visual entre los ojos. Puede dar lugar a un ojo perezoso debido al esfuerzo que hace el ojo más fuerte.
Por lo general se usan lentes de contacto para corregir estos problemas refractivos.
Síntomas que presenta la ambliopía
La ambliopía es una enfermedad que comienza a presentarse desde la niñez y desafortunadamente es la principal causa de perdida de la visión en infantes, de ahí la importancia de poder diagnosticarla oportunamente mediante un examen de la vista realizado por expertos.
Dentro de los principales síntomas que la ambliopía presenta en las personas podemos encontrar los siguientes:
- Uno de los ojos no obedece el movimiento (se mueve de adentro hacia fuera)
- Los dos ojos no se coordinan en el movimiento
- Mala percepción en el ojo (no hay diferencia de la profundidad)
Recuerda siempre consultar a un experto de la salud visual antes de usar cualquier tipo de lentes o realizarte algún procedimiento visual.
